Es probable que todavía no haya llegado la persona que te
sepa tratar como realmente te mereces,
también es probable que te hayan matado tantas veces que no sepas si realmente
continúas viva,
y me atrevo a decirte que cuando más te
dolió que te fallaran fue cuando te fallaron hasta las piernas.
Realmente
no sabías si ibas a poder continuar hacia delante, fingiendo ser la persona
feliz que habías aparentado ser durante tu corta pero intensa vida.
Y es que a lo largo de la vida
nos vamos a tropezar con millones de piedras, unas más pequeñas, unas más
grandes,
quizás unas más dolorosas
que otras…
pero de cada una de ellas te aseguro que vas a
poder sacar un trozo de vida que te llene un poco más por dentro. De todo, de
todo se puede aprender, y créeme cuando te lo digo porque deberías entender que
llevo razón, que la vida siempre ha sido cruel y ha tendido a hacer más daño
del debido con las personas que menos se lo merecían.
Pero tampoco pintemos a la vida tan mala, no nos olvidemos de que nos ha hecho
conocer a personas maravillosas, personas que nos han hecho tanto que daño que
nos creíamos que no podríamos seguir adelante sin ella pero que después nos
hemos demostrado a nosotros mismos que somos mucho más fuertes de lo que éramos después de que esa
persona desaparezca de nuestra vida.
Y es que la vida es eso. Personas, momentos y
sobretodo...
la vida eres tú.
Tú eres el pilar más importante de tu propia
vida.
Nunca dejes que tu mente o tu corazón pongan en duda que tú eres
la persona más importante de toda tu vida.
Nunca
jamás dejes al timón del barco de tu vida a otra persona.
Porque
no hay una persona que vaya a poder llevar tu vida mejor de lo que tú mismo
puedes hacerlo.