Hoy digo que te quiero, mañana que te amo, y quizá , pasado mañana, te digo que te odio. Soy la persona más natural del mundo. Puedo ser la chica más encantadora del mundo, o la más borde.
Adoro poner motes a la gente y hacerles rabiar con la mínima chorrada. Pero que ellos no me lo hagan a mí, porque si no saco las uñas. Odio que la gente se meta con las cosas que no conoce, que ni siquiera se ha molestado en conocer. Odio las etiquetas a las personas. Yo misma las he puesto alguna vez, pero las odio. Me encanta bailar, y cantar, y reírme, y hacer tonterías cada dos por tres. Soy feliz, si los míos lo son. No me considero especial, tampoco única en el mundo. Soy de las que dan consejos, pero no se los aplican. Soy de las que dicen que nadie te quite la sonrisa, pero yo soy la primera que la pierde cada vez que algo va mal. No soy nada exagerada.
Demasiado melancólica. Extremadamente sensible.
Demasiado melancólica. Extremadamente sensible.
Soy así de rara, así de imperfecta. Nadie me entiende. Pero, ¿qué leches?.
Adoro que nadie me entienda.
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