Es cierto, no éramos la pareja más bonita del mundo. Ni la que más pegaba, ni la que no
tenía ninguna discusión. Al
contrario, nuestros días estaban plenos de discusiones y llegábamos a odiarnos por segundos.
No teníamos días llenos de sonrisas, no era todode color
rosa, pero
al menos era real. Teníamos discusiones,
lloros y lágrimas día sí, día
no.
Nos reventábamos a sonrisas cuando nos daban esos ataques de risa, pero también nos hartábamos a gritarnos.
No teníamos días llenos de sonrisas, no era todo
Nos reventábamos a sonrisas cuando nos daban esos ataques de risa, pero también nos hartábamos a gritarnos.
Sí, lo reconozco.
No éramos perfectos,
pero nos queríamos y con eso nos bastaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario