A veces, todo nos da miedo.
Nos volvemos inseguros y no nos damos cuenta de que realmente
el miedo nos lo tendrían que tener ellos a nosotros,
sencillamente porque somos capaces de comernos el mundo a mordiscos,
poco a poco y con
pintalabios,
para ir dejando
huella allá donde mordamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario