No
podemos pretender que nuestro amar esté igualado con lo que nos aman. Siempre
hay uno que quiere más, otro que siempre pierde, y otro que sale más herido que
el primero. No es seguro que en una relación no te duelan los pequeños
detalles, que haya distintas cosas que te van colapsando y quebrando.
Es
cierto, una relación nunca sale perfecta,
nunca se quiere por igual,
nunca se
deja tanta huella como te dejan,
y nunca enamoras tanto como te enamoran.
Pero
desde luego, cuando ocurre, no vuelves a ser la misma.
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