Hay
momentos y personas que te marcan, que te calan y te llegan al mismísimo alma.
No por la grandeza que tengan sino por sus palabras, por tus emociones y por
los sentimientos que estas te provocan. Porque… ¿para qué vamos a intentar
ocultarlo? Somos personas y sentimos. Tanto para bien como para mal, sentimos,
y siempre deberíamos sentirnos orgullosos de ello. Sin ocultar lo que queremos
o lo que somos, sencillamente mostrándonos. Sin escrúpulos, sin miedos… Pero
para ello siempre tiene que haber una parte que nos escuche, que nos comprenda,
que nos valore y nos haga sentir queridos… Y aunque no es fácil encontrarla
tenemos que intentarlo.
Y tú, tú siempre has sido una de ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario