Hoy me he dado cuenta de lo
diferentes que éramos tú y yo aunque realmente nunca nos importó. Pero parece
ser que las cosas cuando comienzan a cambiar es cuando comienzan a importarnos.
Después de todo este tiempo me
he dado cuenta de que la verdadera razón por la que cortamos no fue ni por tus
malas contestaciones ni por mi humor de mierda los días impares… Tampoco por tu
manía de fumar después de hacer el amor ni tampoco por mi vicio de morderte los
labios.
Quizá es ahora cuando deberíamos dar todo por hecho, todo por terminado…
Pero tus ojeras me hablan para contarme que ni tú y que probablemente ni yo lo
hemos superado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario