Hay momentos en la vida que una sola quizás no sea capaz de superar. Momentos que duelen hasta quebrarse todos tus
huesos.
Quieres morir, quieres llorar.
Pero a pesar de todo ese dolor que llevas dentro, lo único que te sale decir es: "Estoy bien".
Y no es mentira del todo, porque dentro de ti aún tienes la esperanza de que algún día todo vuelva a la
normalidad.
Y de repente te encuentras entre tantos suspiros,
entre tantas
mentiras,
entre tantas
lágrimas,
entre
tantos recuerdos
que se te
parte el alma.
Para ello solo hay una solución. Suspira.
Y de repente parece que todo el dolor desaparece.
Aunque solo sea por un momento.
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