Mirando la pantalla
de mi ordenador en un día tan oscuro como hoy me doy cuenta de que es probable
que aún continúes estando tan ausente como lo estuviste cuando aún andabas a mi
lado. Porque sí, porque aunque intentamos hacer de lo nuestro algo que mereciera la pena, creo que la que más puso de su parte fui yo. Y aunque sé que en el
fondo supiste cómo era, como soy y como seré estoy segura de que nunca lo valoraste ni lo valorarás lo suficiente.
Pero la vida es eso, caer, volverse a levantar y sonreír en el
oído de aquel que un día te hizo perder la cabeza…
…y el corazón.
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