Es la pura verdad, hay que aprender a dejar que las cosas sigan su cauce, que
pasen, que fluyan…
En definitiva, hay que aprender a perdonar.
Pero ahora piénsalo bien. Sé realista.
Porque creo que una persona nunca jamás puede
estar dispuesta a perdonar
que le rompieran el corazón en mil pedazos.
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